lunes, septiembre 4

Hoy es el Día

Me siento abrumada. Mi vida nunca ha sido fácil, y de
alguna manera siempre he logrado salir adelante. Pero
últimamente, las pruebas y las desilusiones no me han
dado ni un respiro. No doy más.

Me siento atrapada... sólo veo una lucecita en medio
de esta oscuridad. Y es que pronto logre encontrarme
con el Tío William, fialmente conocerlo, explicarle
cómo me siento, pedirle su ayuda. ¡Él ha sido tan
bueno conmigo en estos años! No puedo creer que ahora
me abandone a esta miserable suerte, ¡no! Él siempre
veló por mi bienestar, no es posible que ya no le
importe hacerme desdichada junto a Neal. No, no es
posible. Tiene que haber una confusión... ¿Quién sabe
lo que la familia Leagan le metió en la cabeza? Quizás
el Tío no tiene idea de cómo me cae esta noticia.

Quizás sólo escuchó que Neal quiere casarse conmigo,
quizás le dijeron que yo lo quiero así también, y que
si nos casamos, entonces Neal no marchará al frente de
batalla. Estoy casi segura de que el pobre tío no
puede pensar en otra cosa más que en el peligro de
perder a otro sobrino más... como le ocurre a la tía
Elroy. Le aterra que Neal vaya al frente. ¡No se da
cuenta de que son mentiras! Neal nunca iría al frente,
es el ser más cobarde del mundo, ¡es sólo una
pantomina para que todos accedan a sus caprichos!

Ya falta poco para que me vengan a buscar. En unas
horas estaré en Lakewood y por fin lograré conocer al tío William. Estoy muy emocionada, pero temo su ira. Sé muy bien que él no tiene intenciones de conocerme en persona, si así fuera, lo habría hecho hace mucho. ¿Se enfurecerá conmigo? ¿Cómo reaccionará al saber que yo no estoy dispuesta a casarme con Neil? ¿Me dará la oportunidad de decirle también lo agradecida que estoy por todo lo que ha hecho por mi? Mejor no pensar en estas preguntas. Sólo lograré ponerme más nerviosa.

Tío William, para bien o para mal, hoy por fin nos conoceremos.



Contribuido por Elena

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