domingo, septiembre 24

Escribiendo cartas

No había tenido tiempo de escribir al hogar de Pony para contarle a las maestras lo sucedido. Hoy lo hice, y al poner en papel los sucesos de los últimos días me di cuenta de la suerte que tengo y de lo increíble que es que Albert sea el tío William. ¿Qué pensarán de todo esto las maestras? Si hubieran sabido que William Andrew era demasiado joven para ser mi padre, ¿habrían permitido mi adopción? Siempre creí que al conocer al tío William sabría lo que es un padre, pero en lugar de ello tengo a mi amigo y confidente como padre adoptivo. Albert prefiere usar la palabra "tutor", y le doy la razón. Me es imposible ver en él a un padre, aunque siempre se haya preocupado por que no me faltara nada y yo estuviera bien.

Y ahora que estamos juntos, de verdad que no me falta nada. Cuando fui adoptada por los Andrew me sentí muy afortunada, aunque tuve que vivir con la disciplina de la tía Elroy, cuidando siempre las apariencias. Ahora no hay nada de eso. Yo ya concluí los estudios que yo quise. No seré una dama egresada del colegio San Pablo, pero soy una enfermera titulada, y nadie a mi alrededor me exige comportarme como algo que no soy. Si hay alguien que me comprende como nadie más, ése es Albert. Esto es mucho mejor que haber sido adoptada por un hombre mayor, con quien no tendría nada en común.

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